Reproducimos el artículo publicado en nuestra revista Selva y Sabana nº 239, de junio de este año.
La Sociedad de Misiones Africanas
despide el ciclo de encuentros “Hablando
de África” de este curso con la intervención
de tres mujeres con mucha historia.
Ellas participaron en el documental Manzanas,
Pollos y Quimeras, de Inés París,
que ya fue proyectado semanas antes y
han querido compartir sus vidas con nosotros.
Son Piruchi Apo, artista y cantante
guineana, Nicole Ndongala, del Congo,
trabajadora en la asociación Karibú, y
Edith Mbella, de Camerún, directora de
una galería de arte tribal africano.
Ellas tres, junto a otro grupo de mujeres,
han sido las protagonistas del documental
promovido por la fundación
Mujeres por África. Un documental que
intenta mostrarnos cómo es la vida de las
mujeres africanas en España y desmontar
algunos tópicos sobre la inmigración.
Los perfiles de las 12 mujeres que cuentan
su historia en la película, 6 de ellas
afincadas en Madrid, son tan variados
como los motivos que las llevaron a hacer
las maletas y dejar sus países de origen:
por amor, por trabajo, por perseguir
un sueño… Pero tan diversas fueron las
causas que las empujaron a salir de sus
respectivos países como las experiencias
que contaron a una sala repleta de amigos;
Piruchi, Nicole y Edith contaron su
historia, cada una totalmente diferente a
la anterior.
Piruchi Apo vive en Madrid desde
hace más de dos décadas y ha conseguido
cumplir el sueño que la empujó a
emigrar y forjarse una carrera como cantante.
Fue la guerra la que llevó a Nicole
Ndongala a dejar en 1998 su Kinsasa natal.
Esta congoleña, de 39 años, trabaja
ahora en la asociación madrileña Karibu,
que en su día la acogió. El caso de
Edith Mbella también es diferente. Llegó
a Francia cuando era una niña y se mudó
a Madrid hace cuatro años; fue el interés
por su cultura y sus raíces africanas lo
que la llevó a crear una galería de arte tribal
africano.
Artistas, trabajadoras, agricultoras,
directoras, madres, deportistas… todas
mujeres, mujeres africanas. Mujeres que
dejaron su hogar y su tierra para construir
otro aquí, pero que no olvidan sus
raíces. Mujeres que representan a miles
que llegan sin rostro, sin nombre y sin
historia solo porque no son escuchados.
Las africanas cuyas vidas retrata
Manzanas, Pollos y Quimeras llevan en
su mayoría mucho tiempo viviendo en
España:
“Cuando te quieres dar cuenta llevas
ya 10 años aquí. Luego acabas viviendo
entre dos países. Cuando estás
en uno echas de menos el otro. Es el
precio que tienes que pagar, pero no
es un mal precio”, comenta con una
sonrisa la cantante, Piruchi Apo.
En palabras de Edith Mbella, “las mujeres
africanas somos como el resto de
mujeres, sólo luchamos para encontrar
nuestro lugar en el mundo”. Pero detrás
de sus palabras se percibe una energía,
determinación y valor nada comunes.
Sara Cobos |